lunes, 7 de abril de 2008

"El tipo de cambio y el conflicto del agro"



El intenso conflicto desatado por el establecimiento de las retenciones móviles está relacionado con la aceleración de la inflación y el estado nebuloso en que se encuentra el marco de política macroeconómica.
De un lado, el gobierno expone sus argumentos presentando cálculos de los precios al productor que resultan de la aplicación de las retenciones, expresados en dólares corrientes.
Del otro lado, los que protestan hablan de costos crecientes y rentabilidad. Parece que los principales actores del conflicto hablaran de cuestiones diferentes y, de hecho, es así.
Ocurre que hoy en día expresar en dólares corrientes un precio que rija en el futuro informa poco sobre el futuro precio relativo local o la futura relación precio-costo.
Durante bastante tiempo, la principal característica atribuida por el gobierno a la política económica fue la preservación de un tipo de cambio real competitivo y estable, en contraposición con quienes reclaman que el Banco Central deje de intervenir en el mercado y permita la caída del tipo de cambio nominal. La preservación de un tipo de cambio real competitivo es un compromiso que asume la política económica para estimular la producción, la inversión y el empleo en las actividades exportables y en las actividades que compiten con importaciones. El mayor problema es que no exista una regla explícita al respecto. Para simplificar la cuestión con un ejemplo, consideremos exclusivamente el tipo de cambio real en relación con los Estados Unidos, denominado tipo de cambio real bilateral con esa economía. El indicador habitual es el tipo de cambio real multilateral. Este es un promedio de los tipos de cambios reales bilaterales con los países y áreas del resto del mundo y los índices de precios de los países.


Fuente: Por Roberto Frenkel Para LA NACION http://www.lanacion.com.ar/1001691

1 comentario:

Georgina A. dijo...

Ya que no podemos lograr un tipo de cambio real bilateral, en mi opinión la solución más pronta sería que el Banco Centra deje de intervenir en el mercado y permita la caída del tipo de cambio nominal. Así el tipo de cambio podría bajar a $2, y se solucionarían los siguientes problemas: 1.El productor del campo ya no podría reclamar al gobierno, exportaría menos cantidad o si quisiera ganar más deberá aumentar el precio solo a su comprador en el exterior. 2.Al exportar menos cantidad habría suficiente para el abastecimiento interno. 3.Seguiría siendo favorable exportar por lo tanto se seguiría estimulando la producción. 4.Ya no sería necesaria tantas retenciones en las exportaciones para controlar los precios. 5. Los importadores estarían un poco más beneficiados, por lo tanto se estaría ayudando a otro sector.